Este artista de Vancouver es muy bueno con su trabajo de reciclaje, se instaló en un edificio abandonado y empezó juntando todos los muebles en desuso y creó estas obras, acumulando y formando unas esculturas en serie que los fue poniendo en diversas habitaciones abandonadas del lugar.
Una vez armada su obra los fue fotografiando y quedaron así hasta el momento de la demolición del lugar, alguna especie de monumento a los muebles en desuso. Tal vez querría dar conciencia de que, una vez dejado estos objetos a su olvido, quedan rastros de vida transformada en arte como secuela haber sido utilizada por personas.
Su nombre es James Nizam, es candiense y se define como un artista visual. Lo conocí aquí.
martes, 23 de febrero de 2010
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