Es sabido desde tiempos antediluvianos que el sinónimo de perfección es es el número siete, asociado con el tiempo que le llevó a Dios la creación del mundo, bueno, esa tarde azarosa de verano en que me digné a acompañar a mi prometida a su sesión mensual de retoques de belleza, me encontré con un perfecto espejo de la creación de pero con un número menos.
Acabábamos de llegar cuando una joven pero bien robusta señora de unos 33 años, ojos verdes como el pasto recién cortado de la peluquería y una manada de 5 niños de entre 3 y 9 años, 3 niñas y 2 niños estaban haciendo fila para el pertinente corte de pelo de cada uno de ellos.
Como soy una especie de cabeza brillante porque me la afeito, lo único que puedo hacer en una peluquería es observar a los agraciados de Dios con pelos, haciéndose lo que se les antojase para estar a la moda, en este pasatiempo note que los 5 niños 2 eran parecidos y a parte los otros 3 tenían otro parecido, deduje que eran de otro matrimonio que por algún favor de comadres había pedido a esta señora para llevarse también a sus hijos. Grande fue mi sorpresa cuando TODOS LOS NIÑOS la decían mamá. Muy sorprendido y con un cosquilleo de curiosidad que no podía atajar pregunté a la señora si todos eran sus hijos, y me dijo muy alegremente y con una sonrisa de oreja a oreja: - Sí, todos son mis hijos y tengo otro más que no vino, en total tengo 6, casi perfecto no?
Mis ojos casi se saltaron de sus cuencas por la afirmación porque los niños eran todos en edad consecutiva, vulgarmente como les decimos en escalerita y la jefa matriarcal los tenía a todos alineados como barra de equalizador con sólo mirarlos con sus ojo verdes. El más pequeño de todos se pasó observándome mientras escribía este artículo sobre él en mi laptop sin saber que era él el protagonista de esta historia, en tanto yo me preguntaba: Casi perfecto? Estaría pensando en traer uno más al mundo para llegar a la perfección?, yo tenía algo claro, pensando en los 6 cortes a 15000 Gs cada uno me estoy volviendo muy egoísta, pues aunque amo los niños el presupuesto para mantenerlos necesariamente supone una cifra que sí o sí debe de ser perfecta que es bastanto más que cualquier corte de pelo. Estoy seguro que como bien dicen “cada niño viene con el pan bajo el brazo” estos mita´is tenían una gran bendición bajo sus pequeños brazos, pues todos eran extremadamente sanos, alegres y muy vivarachos.
Mathias, Sophie, Valeria, Nicolás, Fátima y Guillermo, gracias por los pelos.
Maciado me rei... muy bueno!
ResponderEliminarla sra no gastaría el mismo monto por afeitadora, cremitas y curitas si impone el look bólido creneal? contanos tu experiencia...
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