miércoles, 31 de diciembre de 2008

Mirame no me piséis

Caminar es un ejercicio que todos los humanos realizamos en mayor o menor grado. Desde que nacemos nuestros padres esperan ansiosos el momento culminen de dar nuestros primeros pasos, para festejarlo como un logro casi tan importante como el de decir nuestras primeras palabras, es el momento en que suenan las alarmas para levantar todas las cosas que estaban como adornos de las cosas, un poquito más alto para evitar desastrozos lamentos en nuestros juegos de porcelanas, ceniceros, adornos, floreros y un largo etc que adornan las mesitas y muebles de nuestas salas, dormitorios, cocinas y baños. Cuando ya tenemos más libertad y la edad misma nos empuja a la libertad de transitar por lugares más lejanos que nuestro hogar, rara vez nos ponemos a observar los objetos cotidianos que abundan a nuestros pasos y bajo nuestros pies.


Siempre he visto un montón de estos silenciosos “tapones” de las calles y veredas y dedicarles unas líneas me parece pertinente al final de este recorrido anual, pues, rara vez nos percatamos de su existencia y del festival de texturas y escritos que tienen.

Las hay de distintos tamaños, formas, inscripciones, diseños (no tan creativos) pero no de colores, todos tienen esa tonalidad que pareciera estar en consonancia con empedrados y asfaltos de nuestra ciudad de Asunción, grises.

Siempre dejando volar un poquitín la imaginación pareciera que son unos cíclopes aplastados cuyos únicos sobrevivientes de esa tragedia anormal son sus ojos, que miran constantemente al cielo en una sociedad que ya pocos lo hacen, y si fuera así, cuantas cosas quedaron grabados en sus pupilas negras y de acero y nos contarían todas las anécdotas que vieron en sus silenciosas y quietas vidas.

Autos, camiones, micros, motoqueiros, personas, perros, carros tirados a caballo. recolectores de botellas, peajeros, caballos locos, policías y alguna que otra osada transeúnte en polleras que dejan divisar sus atributos cubiertos por tangas, cullot, fio dental y porque no: “AL AIRE LIBRE”.

Siempre mirándonos desde abajo y recordándonos que no somos autómatas sino gente que puede quedarse a devolverles la mirada y ver en los chiclets pegados a su superficie ya gastada por pasarles encima como te dicen “MIRAMENA CHERA´A Y NO ME PISES”.

FELIZ AÑO 2009 PARA TODOS.

3 comentarios:

  1. que coleccion rara de "ciclopes"

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  2. el último en serio parece un calzón... che y esas feroces rejillas que hay por el centro y que la gente tiene mío de pisar que serían (o yo nomás)? sería una óptica completa?

    hintermedia.wordpress.com

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  3. Y no me atrevi a poner esas ni tampoco las cuadradas de consultronic pero pueden ser tambien, deberian ser como unos tragones que se devoran todos los raudales

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