Asunción en vacaciones

El pasado 25 de diciembre hizo un año que este espacio que cree salió en internet, todavía me sorprende lo rápido que pasa el tiempo y como muchas veces no lo aprovechamos en la medida que se merece. Hoy salí a dar un paseo por mi ciudad natal y con la cámara de mi celular empecé a fotografiar lo que más me llamaba la atención.

No me detuve a pensar en que quería específicamente sino, simplemente me dejé llevar por el momento que estaba viendo y viviendo en ese momento. Tenía mi tereré con abundante agua, hielo y un buen brebaje de menta´i, capi´i y burrito y me zambullí en el río de calor de las calles.

Sin pararme a pensar en los porqués, fotografié todo lo que me llamaba la atención en ese momento, edificios antiguos que todavía preservaban su belleza primera de detalles, algunos con nuevas caras de pinturas y otras sin más maquillaje que la propia pintura desecha por el tiempo.

Vendedores ambulantes con todo tipo de productos, todos los saqué tenían una buena cantidad de color y texturas, lástima que por la calidad de mi cámara sólo se puede apreciar más los colores, pero la intención está.

Cuando ya mi termo estaba marcando rojo por la falta de agua y ya no había tanto líquido en mi cuerpo para seguir transpirando, tuve que fotografiar irremediablemente el pasacalle del sucuestrado con más tiempo en el país, antes de volver, me sentí en la obligación de que su voz de protesta también tenga eco aquí en nambrena.

Aunque el post de hoy es un simple divague de una salida, me sentí satisfecho por la cantidad de historias que uno puede imaginarse al ver las fotos. Todas pueden contar algo, algunas cosas buenas y otras no tanto pero historias al fin.

Empecé a seleccionar varias cosas que estuve viendo en internet y de mis salidas por las calles para ir levantándolos con más frecuencia por respeto a mis seguidores que seguro han de estar preguntándose porque lo dejé tanto tiempo.

Me propuse no defraudarlos, así que, grandes saludos a todos y que lo disfruten.